Que las embarazadas tienen brillo en la piel y en el pelo, parece no ser un mito. La felicidad se irradia por cada poro de la piel y eso es algo que se deja sentir no sólo en el estilo, también en el maquillaje. Por eso hoy queremos proponeros unos cuantos consejos a tener en cuenta si estás embarazada y quieres sacarte el máximo partido.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que debemos huir de los excesos y de aquellos productos de cosmética que nos perjudiquen. A esto se refiere de forma especial, aquellos que eviten la correcta oxigenación e hidratación de la piel. Tranquila si los cambios hormonales suponen manchas, enrojecimiento e incluso acné, tenemos soluciones para todo.
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Lo que sí y lo que no puedo hacer
Debemos evitar el uso de productos basados en aceites minerales que tapan los poros de la piel, por lo que no permiten la oxigenación. Lo mismo sucede con productos que tienen texturas muy compactas. Por eso es recomendable hacer una exfoliación de piel una vez por semana con un buen limpiador facial.
En cuanto a las cremas, se necesita una buena hidratante. Tampoco es recomendable la exposición prolongada al sol, puesto que pueden aparecer determinadas manchas y también por la posibilidad de quemarnos. Ante esto, lo mejor es usar un buen protector de solar que limite el impacto de los rayos ultravioleta.
La alimentación es otra de las claves. Evita aquellas muy grasas y toma mucha agua, además es recomendable hacer ejercicio de forma habitual y de esta forma ayudas no sólo a reducir el estrés sino también a tonificar tu piel durante estos meses de embarazo en donde las hormonas se nos revolucionan.
Ojeras no
En el caso de las ojeras, debemos utilizar un tono más claro de tu piel para disimularlas, lo mismo sucede con venitas que pueden aparecer en nuestro rostro, pequeñas rupturas de capilares que podremos corregir de forma bastante sencilla con un corrector verde claro.
En último lugar, el acné resulta bastante habitual en este periodo, suele incrementarse durante el primer trimestre y luego se estabiliza y puede llegar a desaparecer. Paciencia. Si has sido propensa a desarrollarlo tienes muchas posibilidades de volver a sufrirlo.