Exponerse a pesticidas podría reducir el coeficiente del niño

Se debe tener cuidado con la exposición a estos químicos

Según recientes estudios realizados por la Universidad de Columbia, Nueva York, al exponerse las mujeres embarazadas a estos elementos, se concentran los mismos en un tipo de organofosfato llamado “chlorpyrifos”, que se usaba contra insectos hasta su prohibición en Estados Unidos en 2001, y que puede resultar letalmente fatídico para el feto en desarrollo.

De hecho, estos resultados indicaron que, según resultados coincidentes de tres estudios distintos publicados realizados en esa ciudad, “cada vez que se multiplica por diez la cantidad de organofosfatos durante un embarazo, el coeficiente intelectual baja 5,5 puntos promedio en los niños de siete años”.

Los trabajos, que han sido publicados también en la prestigiosa publicación Environmental Health Perspectives, se han encargado de estudiar el impacto de los pesticidas con fosfatos, justamente los que usados habitualmente en los cultivos de frutas y legumbres, determinando de esta forma una nueva concepción de los mismos.

Lo interesante del caso es, además, que la diferencia permanece, según los investigadores, aún tomando en cuenta otros factores como la educación, los ingresos del hogar o la exposición a otros productos químicos en el medio ambiente. Esta nueva noticia coincide entonces con los estudios previos que indicaban la pérdida de capacidades sensoriales en niños cuyos fetos fueron expuestos a altas cantidades de pesticidas.

 

Imagen: Ecología Verde

No debes tomar alcohol si buscas quedar embarazada

Si bien desde hacía tiempo se consideraba perjudicial para la salud de la madre, como así también del bebé, el hecho de consumir alcohol durante el embarazo, recientes estudios en Sudamérica han determinado que incluso deberían evitar esta conducta desde el propio momento en el que intentan ser madres.

Incluso, los extremos indican que se han registrados casos de aborto espontáneo o alteraciones del sistema nervioso del feto, que podrían estar relacionados con el consumo de distintas bebidas alcohólicas. De hecho, en las dos semanas que se tarda en que la mujer detecte el embarazo, como mínimo, ya podrían producirse estos efectos.

Ese es justamente el momento indicado para evitar daños que puedan sucederse en el niño, ya que si el embrión se ve agredido por sustancias externas y ajenas al organismo, podría afectarse su sano desarrollo. Justo Alonso, profesor titular de la Clínica Ginecotocológica C de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, en Montevideo, confirmó estas novedades.

El mismo profesional se encargó de explicar la teoría del “todo o nada”, que consiste en que si un embrión es agredido por una sustancia tóxica en los primeros 15 días de vida, tiene dos opciones: bien continúa sin lesiones o, lamentablemente, se aborta. Además, un estudio realizado en ratones y publicado esta semana por el diario “La Nación” fue aún más lejos y sugirió que el consumo en las horas previas a la concepción también podría dañar el embarazo.