Sujetadores cómodos para la lactancia

premama

Desde el momento en que conoces la feliz nueva del embarazo, debes asumir que los cambios hormonales  harán necesario el adquirir un sujetador cómodo tanto en la etapa premamá como para la lactancia. Este tipo de lencería  es necesaria para la máxima comodidad que se debe tener en el embarazo como cuando el bebé ha nacido y se le da lactancia, y puedes encontrarla fácilmente en gisela.com. El tamaño de los pechos va cambiando a medida que transcurre el embarazo y para cuando nace el bebé están listos para amamantarle, por lo que deben ser cómodos para esta tarea, pero también deben ser específicamente para la etapa postparto en que los músculos de los senos pueden  sufrir por el peso del pecho con leche.

Cuando no existía lencería especialmente adecuada, y los sujetadores para lactancia no se conocían, era habitual que se adaptaran los sujetadores o bien comprar más grandes de talla o arriesgarse a estar sin sujetador, lo que tiene como hemos mencionado un lado poco favorable para el músculo del pecho sujeto al peso y a los cambios hormonales. Hoy es imperativo comprar un sujetador adecuado a cada temporada y cuando el bebé ha nacido debes contar ya con tus sujetadores para lactancia.

El sujetador de lactancia ideal, debe ser cuidadosamente elegido, teniendo en cuenta la comodidad de la madre, debe esta fabricado en algodón y debe tener tirantes gruesos que permitan la comodidad del pecho sin que deba “caerse” por no tener sujeción adecuada. Teniendo en cuenta que es una etapa delicada, los mismos deben quedar exactos, ni muy holgados ni muy ceñidos, sin ornamentos o piezas que puedan desprenderse o que puedan contribuir a rozar la piel y sean causa de malestar o irritación de la piel para la madre. Debe ser del tamaño adecuado porque ello permite que pueda moverse con libertad, no se sienta contraída dentro de él.

El sujetador perfecto para la lactancia siendo que el pecho en esta etapa está más desarrollado, como se ha mencionado, el sujetador debe ser de tamaño adecuado, ello implica asumir que está lejos de ser de la talla que habitualmente se usa. Sencillamente porque el pecho ha crecido, siempre debe ser entonces de una talla mayor a la que se usaba antes del embarazo.

Como se ha dicho también el sujetador debe estar libre de ornamentos, ya sean adornos como lazos o bien costuras o aros, pedrería u otro detalle porque eso daña la piel al roce y puede causar lesiones al pecho, cuya piel está más sensible que nunca. Siendo que se compra un sujetador para lactancia el mismo tiene un diseño específico, con aberturas en la parte delantera, mismas que cumplen el objetivo específico de permitir la lactancia de una manera fácil y sin tener que quitarse del todo el sujetador, simplemente dejando abierta las partes del mismo destinadas a esta función.

Los médicos recomiendan que cuando la embarazada empieza a aumentar de peso y los pechos aumentan también, comience a utilizar un sujetador de este tipo, para acostumbrarse y para su mayor comodidad.  Durante el día y la noche para que el seno tenga una buena sujeción, y evita el dolor de espalda que suele llegar acompañando del peso de los pechos.

El usar este tipo de sujetador, le permitirá establecer cuál es el tamaño que le hace sentir más cómoda y como es lógico cuando empiece la lactancia el peso del pecho tiende a aumentar más, deberá tener un sujetador para lactancia de talla mayor al utilizado en la última etapa del embarazo,  para utilizarlo en cuanto lo requiera. Se prefiere que los sujetadores para lactancia sean de color blanco, porque es más fresco y resulta mejor para las madres que tienden a sentir demasiado calor durante el embarazo por el aumento de peso.